Me escribe Manuel:
Estimado Muñeco Político:
He contemplado con inocultable sopor cómo en los medios de prensa se ha vapuleado a los congresistas de Fuerza Popular por la forma en cómo se expresan sobre algunas cuestiones de coyuntura. Me gustaría que pueda ayudarme a aclarar mis dudas al respecto. ¿Por qué habría ello que ser censurable? ¿Acaso usted o yo, digo, cuando hablamos con nuestros compañeros de promo del cole, con los patas de la uni, con los camaradas de la pichanga, con los compinches de cantina o con los amigos del Pokemon Go no nos emborrachamos de un dialecto dicharachero? ¿No ahondamos en frases subidas de tono, a veces jocosas, otras claramente satíricas, con aquellos con los que nos sentimos en confianza? ¿No compartimos memes políticamente incorrectos, comentarios que harían enrojecer a nuestras abuelas ultramontanas? ¿No exageramos en nuestros calificativos, no exudamos nuestros caprichos tanáticos, no decimos que ojalá ese que no dejó papel en el baño ‘se muera’, ‘se acalambre en la tina’ o le deseamos lo peor de la vida, como que se le escape una flatulencia en su entrevista de trabajo o que la sopa le salga dulce y no se la tome ni San José? ¿Nuestros diálogos en privado deben ser motivo de escarnio?
Le agradezco por tan amable atención,
Atentamente,
Manuel.
Estimado Manuel,
Agradezco tu misiva. Muy ilustrativa, sin duda.
Sí, estoy de acuerdo con el espíritu de tu carta. Definitivamente, si todos nuestros diálogos fueran expuestos al ojo público, tendríamos en nuestras manos un grave problema. Imagínate, sino, cuántos cuarentones libidinosos se verían en aprietos con sus esposas si se difundieran las conversaciones que sostienen con sus amigotes…
Ni tú ni nadie quisiera que sus discusiones privadas sean expuestas y siempre hay que velar por la privacidad de las personas. Sin embargo, dicho esto, esto no quiere decir que, una vez reveladas, estas no puedan servir como un indicio valioso para que la gente entienda cómo somos en realidad, especialmente en una circunstancia tan delicada como la que pasa Fuerza Popular.
Perdernos en la difusión per se, Manuel, sería bastante inútil, significaría que nos ceguemos a la realidad que los chats revelan –se buscó blindar a Hinostroza, se busca proteger a Chávarry, hay animosidad contra el presidente, etc. –. Más bien, hay que estar agradecidos con el hecho de que, por fin, se ha abierto una ventana que nos permite ver a la oposición parlamentaria en toda su dimensión.
Te invito a pensar, querido Manuel ¿en qué situaciones te comportas con mayor sinceridad? Seguro que lo haces cuando estas cobijado por la intimidad de un espacio. La distensión provista por la confianza plena en nuestro interlocutor(es) hace que aflore nuestro verdadero rostro. En ese sentido, el caso de ‘La Botica’ nos pinta de cuerpo entero a sus involucrados y, claramente, el dibujo no es bello.
Abrazo,
El Muñeco Político
Escríbeme: munecopolitico123@gmail.com
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