Las tres explosiones que remecieron Bruselas -la capital belga– en la mañana de ayer (madrugada en Perú) han vuelto a poner los prismáticos sobre los miles de refugiados sirios que llegan a Europa expectorados por la guerra civil y el accionar del Estado Islámico (ISIS) que desangra Medio Oriente desde hace años. Más aún si tomamos en cuenta que muchos de los terroristas que actuaron en París el último 13 de noviembre (en una masacre que dejó 130 víctimas mortales) arribaron hacia Bélgica cruzando la frontera franco-belga para esconderse de la policía.
LEA TAMBIÉN: Humala: Nosotros vivimos la etapa del terrorismo, damos nuestra solidaridad a Bélgica
Uno de ellos, Salah Abdelasm, fue aprehendido tres días antes de los atentados; tras la captura, la policía aseguró que Abdelasm había dejado algunas piezas de un ‘puzzle’ que les permitiría descifrar las coordenadas y el planeamiento de un próximo ataque yihadista: lamentablemente, el tiempo no les alcanzó y 34 nuevas víctimas (una peruana entre ellas) sufrieron la crudeza y barbarie de ISIS.
Ante ello, Polonia decidió priorizar la vida de sus ciudadanos por sobre los acuerdos de cuotas impuesto por la Unión Europea (UE) y cerrar sus fronteras a cualquier grupo de inmigrantes. “Después de lo que sucedió ayer en Bruselas, no es posible en este momento decir que estamos de acuerdo en aceptar ningún grupo de inmigrantes”, anunció la primera ministra belga, Beata Szydlo.
LEA TAMBIÉN: El Estado Islámico se atribuye los atentados en Bélgica
“Estamos obligados a vigilar, antes que nada, la seguridad de nuestros ciudadanos”, agregó y afirmó que entre los miles de migrantes que arriban al viejo continente “para mejorar sus condiciones de vida (…) hay también terroristas”.
LEA TAMBIÉN: Bélgica: Al menos 26 muertos y 130 heridos en triple ataque terrorista
Así también, Szydlo catalogó la decisión de Polonia y otros países del este de Europa como ‘prudente’ y aseguró uno de los principales problemas que ha tenido la Unión Europea en los últimos años fue otorgar “rápidamente su acuerdo a ese flujo de migrantes a Europa”. “Ese descuido origina los problemas que vemos”, aseveró la primera ministra y finiquitó: “lamento constatar que la UE no saca lecciones de lo que ocurre”