El Parlamento de Haití fue disuelto ayer luego de que fracasaran las negociaciones para establecer una nueva ley electoral.
El conflicto dejó al Presidente Michel Martelly, cuyo término expira en 2016, gobernando efectivamente por decreto. Las elecciones legislativas y municipales han sido pospuestas por años y todavía no está claro cuándo se celebrarán, y si acaso se llevaran a cabo.
La ONU reiteró su respaldo al mandatario tras la disolución del cuerpo legislativo y dijo que el mismo se había tornado «disfuncional». Así lo manifestó el grupo de seguimiento del organismo internacional, conformado por embajadores de Brasil, Canadá, Francia, España, Estados Unidos y la Unión Europea y el representante especial de la OEA.