Propuestas inmorales, por Carlos San Román
"De ninguna manera permitamos que el Estado tenga la opción de administrar nuestros fondos, porque en manos de un gobernante nefasto como probablemente tengamos en el futuro, ese dinero puede desaparecer".
Hace cerca de 30 años, firmé un contrato privado con una empresa de Administración de Fondos de Pensiones (AFP). Fue una decisión “voluntaria” considerando que tenía la opción de no hacerlo y mantener mis aportes en lo que hoy es la ONP. En una rápida evaluación me dije: “prefiero asumir el riesgo de no ganar intereses o inclusive perder algo del capital, pero sé que este dinero estará ahí porque lo administrará un privado que imagino debe ser parecido a un banco. Si se lo doy al Estado, es probable que cuando me jubile, ese dinero no exista”.
Hice bien. Arriesgué y siento que he ganado a pesar de que me han cobrado una fuerte cantidad de dinero por administrar mis fondos. Por supuesto que me gustaría que me cobren menos, pero ese es otro tema.
Por más que intenten disimularlo y corregir en el camino, una comisión del mal reputado Congreso de la República pretende ahora entregar mi dinero al Estado para que este decida quién lo administrará. Pretenden dividir mi fondo en dos bloques “individuales”, uno completamente propio (75%) y el otro un fondo propio, pero “solidario” (25%).
Es ciertamente falso que estén proponiendo confiscar mi dinero descaradamente de inicio, pero hay tres hechos que son indudables:
- Pretenden romper un contrato privado con el que ambas partes están medianamente satisfechas. Esa es una agresión sinsentido.
- Como buenos que son, pretenden ser solidarios con el dinero de los demás.
- Y lo más importante y riesgoso, pretenden entregar la administración de mi dinero al ente más desastrosamente ineficiente: El Estado peruano.
Todos los puntos anteriores a mi parecer son inmorales. Son agresiones o generan un riesgo para quienes decidimos en algún momento de nuestra vida laboral, arriesgar nuestros fondos poniéndolos en manos de los privados. Decidí indirectamente hace 30 años no ser una carga para el Estado, pero hoy las mentes brillantes no solo quieren obligarme a una contribución “solidaria” sino que me convertirán en una carga más si sus planes no funcionan.
Podrán decir que soy insensible con los que no tienen, pero creo que hay otras maneras de generar fondos comunes para quienes tienen una situación pensionaria complicada. Como algunos otros pocos, yo pago IGV e impuesto a la renta. De ahí debería salir ese fondo y no de mi dinero destinado a mi jubilación. Reduzcamos el tamaño del Estado y con eso probablemente los impuestos que pagamos el 30% de la población alcanzarían para armar ese fondo común.
Esta es mi situación personal, pero también la de la gran mayoría de afiliados a las AFP.
De ninguna manera permitamos que el Estado tenga la opción de administrar nuestros fondos, porque en manos de un gobernante nefasto como probablemente tengamos en el futuro, ese dinero puede desaparecer, por ejemplo, al ser desperdiciado en la implementación una Aerolínea de Bandera o alguna otra idea grandiosa de personas ignorantes que no tiene más que una gran carga de ideologías inservibles e inmorales.
#ConMiPlataNoTeMetas
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