Protestas en Chile persisten pese a la victoria de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales

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La violencia marca los viernes del nuevo Gobierno que, ante el rechazo de los vecinos y comerciantes, envía al Congreso una propuesta de indulto para los presos de las revueltas de 2019.

La violencia se apoderó del centro de Santiago el segundo viernes del Gobierno de Gabriel Boric. Decenas de jóvenes encapuchados se enfrentaron con la policía y atacaron los negocios del sector de la Plaza Italia, epicentro de las revueltas de 2019 que dieron origen al proceso constituyente y de donde salieron buena parte de los votantes del actual presidente.

La aciaga jornada ocurrió días después de que La Moneda enviase al Congreso un proyecto de ley para indultar a los presos relacionados con el estallido social. Los vecinos y comerciantes de la zona, hastiados tras casi dos años y medio de disturbios, exigen mayor orden público, uno de los grandes desafíos que enfrenta la nueva Administración de izquierda.

La manifestación para exigir la renuncia del director de Carabineros, Ricardo Yáñez, y la liberación de los presos de la revuelta arrancó a las 17.00 horas, un ritual que se cumple cada viernes.

En cosa de minutos un grupo de niñas con los rostros cubiertos encendieron un basurero fuera del metro más próximo a la Plaza Italia, que se vio obligado a suspender las operaciones, y varios jóvenes prendieron fuego a cajas, bidones y bolsas en medio de la Alameda, la principal arteria vial capitalina.

Unos golpeaban a los coches que se interponían en el camino y otros aporreaban fierros contra los paraderos de buses al son de “¡Liberar, liberar, a los presos por luchar!”.

Valezca Garcés, de 65 años, era una de las que gritaba. “Voy a venir hasta que liberen a los presos, aprueben el quinto retiro [del 10% de sus ahorros para la jubilación] y le den a los mapuches lo que quieren, que ellos llevan más tiempo que nosotros luchando”.

Su candidato presidencial era el comunista Daniel Jadue, que perdió en las primarias de la izquierda ante Boric. Rechaza que el nuevo mandatario haya dicho que “las actividades delictuales que se realizan los viernes no se pueden seguir permitiendo”. “No somos delincuentes, somos pobladores”, sostuvo Garcés. Consultada sobre los actos vandálicos, argumentó que “la violencia es parte del ADN de la revolución”.

De esta forma el presidente del Partido Comunista se deslinda de la decisión del actual presidente de Chile.