Razones por las que Keiko debe ser presidente, por Federico Prieto Celi
"Si ha cometido errores, habrá aprendido de ellos. Sus adversarios se los sacan en cara. Ella ha declarado que no centrará su campaña en atacar a Pedro Castillo, lo que sería fácil".
Frente a Pedro Castillo, un candidato vinculado a movimientos terroristas y revolucionarios, con un programa de interferencia estatal en la vida social y productiva, lo que conduce al desastre, solamente cabe elegir a Keiko Fujimori, qua postula por tercera vez, habiendo llegado, antes, en las dos veces que perdió, a la segunda vuelta.
Nunca se ha destacado el valor que tiene que el Perú tenga una presidenta mujer. Y precisamente al iniciar la tercera centuria republicana. En el mundo, y por eso también en el Perú, hay más mujeres que hombres. Además, hay movimientos, feministas moderados unos y fanático otros, que defienden ideologías de género de todo tipo, pero en cambio callan cuando los medios de opinión pública atacan desmedidamente a una candidata mujer a la presidencia. Les puede el odio a su padre, Alberto Fujimori, que al desarrollar un programa claramente de economía libre, que nos ha permitido crecer desde entonces hasta ahora, los humilló políticamente.
Tenemos un antecedente histórico. Alan García, elegido por sus partidarios, fue un presidente de izquierda, que arruinó el país. Pasado el tiempo, Alan García, elegido por apristas y antiapristas, como mal menor frente a Ollanta Humala, hizo un gobierno de derecha, promoviendo abiertamente la inversión extranjera, lo que hizo mucho bien al país.
Keiko Fujimori es vista por muchos como la mejor candidata y por otros como el mal menor frente a Pedro Castillo, un socialista convicto y confeso, que busca en primer lugar destruir los capítulos de la constitución dedicados al régimen económico y al régimen legal, los dos capítulos que permiten el crecimiento económico del país.
Vemos la soltura que tiene Keiko Fujimori en su campaña electoral, mientras que Pedro Castillo, dice y desdice, afirma y niega, cuando habla de su programa político, al que parece que él mismo tiene miedo de llevar a la práctica. Pero de ser elegido, aplicará decididamente, ya por su propia convicción ya por la presión de los suyos.
Keiko Fujimori significa mano firme frente a la inseguridad ciudadana, aplicación decidida de un programa de salud frente al covid-19, manejo seguro de la economía libre, cinco años de libertad y crecimiento.
Estamos en el siglo XXI. No podemos arrastrar complejos del siglo pasado. Debemos mirar el futuro. Keiko Fujimori es joven para ser presidente, pero tiene la experiencia del gobierno de su padre y de sus dos campañas electorales pasadas. Si ha cometido errores, habrá aprendido de ellos. Sus adversarios se los sacan en cara. Ella ha declarado que no centrará su campaña en atacar a Pedro Castillo, lo que sería fácil. Se defiende, sí, cuando es atacada y lo hace cada vez con más acierto y seguridad.
Este año, 2021, es el aniversario de 200 años de República. Por tanto, recordando a los próceres de la independencia, a sus primeros gobernantes, a todos los que quisieron hacer del Perú una patria libre y segura, podemos cumplir con ellos con una elección de unidad: Keiko Fujimori, dejando atrás la posibilidad de un candidato de propugna la lucha de clases, todo lo contrario a la unidad de los peruanos.
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