Han pasado más de 30 años desde que fue inaugurado el asfaltado de la Carretera Central, obra del bien recordado presidente Fernando Belaunde Terry (conocido por su palabra-frase : adelante), con ello se dinamizó la economía y el desarrollo de Lima conjuntamente con las regiones Junín, Pasco, Huánuco, Ucayali y San Martín.
Esta carretera que en su momento era el camino a la gloria, hoy se encuentra obsoleta, como es natural por el fuerte crecimiento poblacional y de tránsito, convirtiéndose en una “carretera a la muerte”, debido a la falta de ampliación y mantenimiento, sobre todo en el tramo Pasco – Huánuco. Esta situación se ha dado a raíz del descuido y nula capacidad de las autoridades, especialmente de los presidentes regionales que no han hecho nada por mejorar la vía, de competencia nacional.
Este serio problema del congestionamiento de la Carretera Central, que golpea mayormente durante épocas de invierno dejando pérdidas millonarias en la economía de las zonas en mención —no olvidemos que cientos o miles de transportistas quedan varados por varios días o largas horas viendo que sus productos se pierden en el camino ante su impotente mirada, sin encontrar culpables, aunque si los hay como los huaicos o choques con pérdidas humanas, problemas que ocasionan el encarecimiento de los alimentos en nuestras ciudades capitales de la costa, etc—se podría evitar si se construye una carretera adecuada, como las que se han elaborado en las regiones del norte y parte del sur, autopistas inauguradas en los últimos 10 años que aseguran una adecuada y óptima transitabilidad.
No podemos dejar de señalar que las regiones del centro son la dispensa de alimentos que abastecen el 70% del Perú.
El reciente cambio de presidentes regionales, trae una esperanza de solución a este problema que diariamente atenta contra la salud pública, la encomia y el progreso en general. El hoy presidente regional de Junín Ángel Unchupaico, ha prometido luchar por la construcción de una nueva “Carretera Central”.
La primera propuesta, está basada en el proyecto de ley N° 2800, presentado por el congresista Jesús Hurtado Zamudio en octubre del 2013, que plantea la recuperación de la concesión de esta vía a fin de normar el desplazamiento de personas y mercancías con el principal objetivo de reducir accidentes de tránsito. (Dato corroborado con la radio La Voz-Junín)
La segunda alternativa y de mediano plazo, está referida al impulso de rutas alternativas a la Carretera Central, entre ellas el aeropuerto de Jauja y aeródromo de Mazamari con conectividad hacia Lima, alternativa que sin embargo podría representar un alto costo de traslado para el ciudadano común.
La tercera y donde tal vez se incluye a la más importante es la construcción del túnel trasandino y principalmente una nueva autopista que mejore la conexión de estas regiones con la capital.
Esta fue incluida en el proyecto de ley N° 3860 presentado ante el Parlamento Nacional, propone la construcción de una nueva autopista de un tramo de 136 kilómetros, desde el distrito de La Victoria en Lima hasta La Oroya, convirtiéndose en una vía de cuatro carriles.
El costo estaría alrededor de 500 millones de nuevos soles, pero su utilidad sería mucho mayor, toda vez que por esta carretera se trasladan 8 millones de toneladas métricas de productos al año, entre ellos agropecuarios, mineros y hasta combustibles.
Esta autopista evitaría la pérdida de 6 millones de soles diarios, en épocas de nieve en la zona de Ticlio, debido a su altitud y las nevadas.
La última propuesta llega de Huánuco quienes han sido los más perjudicados por el abandono permanente del tramo Pasco – Leoncio Prado, donde esta semana la consejera regional Alexandra Orneta Cabello, planteo ante el Concejo Regional la creación de una comisión especial encargada de integrar las regiones del centro como Junín, Pasco, Huánuco, Ucayali y San Martin, para que juntos planteen al Gobierno Central la solución al problema, que tiene paralizado el desarrollo de estas regiones, teniendo como tema principal la construcción de la nueva Carretera Central considerada de necesidad pública, todo esto sustentado en el Artículo 7º.- de la ley 27867 (LOGR). Relaciones de cooperación, coordinación y proceso de integración regional que buscan un bien común para el desarrollo sostenido de los pueblos.