Este miércoles un ataque terrorista en Túnez, perpetrado por presuntos yihadistas dejó un total de 21 personas, de ellas 17 turistas extranjeros, así como también se reportan 24 heridos.
Esta información fue confirmada por el primer ministro tunecino Habib Essid, quien indicó que entre las víctimas hay 17 turistas, dos hombres armados, un oficial de seguridad y una empleada de limpieza.
Habib Essid, precisó que los turistas provenías de España, Italia, Polonia y Alemania, agregando además que dos o tres de los atacantes estaban aún prófugos.
Dicho ataque que intentaba en un inicio daña el Parlamento dejó tres ciudadanos polacos y dos italianos heridos, por ello la cancillería italiana informó que un centenar de italianos habían sido conducidos a un lugar seguro.
Testigos explicaron que los asaltantes salieron de una mezquita ubicada entre el edificio del Parlamento tunecino y el Museo del Bardo, dispararon contra un autobús de turistas antes de tomar a varios rehenes y atrincherarse en una zona ajardinada que comparte muro con el museo.
En el momento del intento de asalto, había varias comisiones parlamentarias reunidas, «hemos podido ver a cuatro terroristas armados. Ha habido muchos disparos y ahora están en el jardín, no han podido entrar en el edificio», explicó Mona Brahim, diputada del partido islamista moderado An Nahda que se encontraba en el interior del edificio y que, como la mayoría de los parlamentarios, fue evacuada.
Agentes de Seguridad en las proximidades del Bardo explicaron, por su parte, que uno de los presuntos agresores, era un joven estudiante de 22 años, quien fue arrestado por las fuerzas de Seguridad y el resto fueron rodeados en dependencias que pertenecen al edificio de la Cámara.
La televisora privada Wataiya mostró imágenes de efectivos de seguridad enmascarados escoltando a docenas de turistas para ponerlos a salvo, mientras otros apuntaban sus armas a un edificio adyacente.
Estos sucesos se iniciaron a primera hora de la mañana cuando tres supuestos yihadistas vestidos con uniformes militares intentaron asaltar la sede del Parlamento de Túnez y, tras un tiroteo, se refugiaron en el vecino museo del Bardo, donde tomaron varios rehenes, según el relato de las Fuerzas de Seguridad.
Cabe recordar que Túnez ha sido escenario en las últimas semanas de un repunte de la actividad yihadista en la región de Kasserine, en la frontera oeste con Argelia, zona montañosa que utilizan como bastión radicales locales y también grupos procedentes del país vecino y otros estados de la zona como Mali, Marruecos o Mauritania.
En los últimos archivos periodísticos de febrero pasado, se puede leer que cuatro agentes de la Guardia Nacional de Túnez murieron en un ataque de presuntos yihadistas en la región de Kaserine, considerada uno de los feudos de células islamistas radicales afines al grupo Al Qaeda en el Magreb Islamico (AQMI) y a la rama norteafricana del Estado Islámico.