Saltar la valla, y también las reglas: se repite la historia; por Sebastián Vinelli
"Este hecho completamente sospechoso no lo debemos pasar por alto cuando se están haciendo todos los esfuerzos para conseguir una verdadera reforma política".
A pocos días de que acudamos a las urnas para elegir a un nuevo Congreso de la República, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), presidido por el sinuoso señor Víctor Ticona Postigo, anuncia que en una sesión plenaria se decidió que no se cancelará la inscripción de las agrupaciones políticas que no alcancen la valla electoral este 26 de enero.
El ente argumenta, mediante un comunicado enviado a todos los medios de comunicación, que la medida se adoptó por tratarse de un “proceso extraordinario y no de una elección general”.
Vayamos al grano. En otras palabras, y repitiendo la historia del 2016, se está aplicando una interpretación errónea que terminará favoreciendo a los denominados partidos cascarones y vientres de alquiler. Este hecho completamente sospechoso no lo debemos pasar por alto cuando se están haciendo todos los esfuerzos para conseguir una verdadera reforma política, apoyada por la mayoría de peruanos y peruanas.
¿No será que hoy se publicarán los primeros sondeos de Datum en el diario Perú21? ¿No se habrán enterado de que la ciudadanía vigilante dijo ‘basta ya’ y no otorgará su confianza a personajes con determinados intereses ajenos al beneficio del país?
Que se ejecute esta acción cuando ya no falta nada para el día electoral no debería sorprendernos, pues el JNE realizó una maniobra similar en el anterior proceso y lo hizo –descaradamente- un ¡día antes! de los comicios bajando la valla de 7 % a 5 %, generando así una gran polémica al darle una mano a ciertos partidos en vías de extinción. No solo eso, debido a que también se dejó fuera de carrera a dos candidatos que tomaron fuerza en la última etapa y pusieron nerviosos a “los favoritos”.
Asimismo, es difícil que este organismo transmita confianza en la población cuando está encabezado por una persona que también se suma a la lista por tener sus llamadas telefónicas con el sindicado por el Ministerio Público como cabecilla de la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto, César Hinostroza Pariachi.
Ticona Postigo, como lo reveló el diario El Comercio en julio del año pasado, mantuvo cinco conversaciones con el exjuez supremo y a ambos se los escucha con claridad intercambiando favores. “Oye, hermano, para que le renueven su contrato nomás quería, hermano”, pide Hinostroza Pariachi. Tras unos días, el actual titular del JNE inicia una llamada con la frase: “Mira, quisiera pedirte un servicio especial”.
Así las cosas, con este vergonzoso panorama solo se prolonga la permanencia hasta el 2021 (a menos que pretendan hacer lo mismo, cosa que no descarto) de inescrupulosos que buscan obtener una curul al verse en la necesidad de proteger a sus líderes políticos ya que, recordemos, este Palacio Legislativo tendrá la responsabilidad de revisar los blindajes, renovar a los magistrados del Tribunal Constitucional y concluir con la reforma política y judicial boicoteada por el Congreso disuelto.
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