Ser antipatriota y votar en blanco, por Hugo Olivero

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Que pequeño debe ser el mundo para algunos peruanos estos días. Un mundo cuadradito donde únicamente cabe la opinión política de una parte del electorado. Donde el país solo puede dividirse en la facción del bien y la del mal. Donde, los que no van a votar como tú, carecen de inteligencia, se han vendido por un táper, no tienen facebook ni educación superior, son delincuentes. La política peruana es asquerosa, sin duda. Pero la basura no viene solo de los políticos.

¿Cómo es posible que haya gente que va a votar en blanco? ¿Es que acaso no ven que Keiko Fujimori es una amenaza? ¿Es que no aman al Perú, a su patria? Resulta que algunas personas creen que, sea quien sea el presidente elegido, no será el fin del mundo. Hay quienes entienden la política y la gobernabilidad no como una simple elección que dura 8 horas un domingo, sino como un trabajo largo y arduo que ha de realizarse en un espacio de 5 años y en el que media la participación del Congreso, el Poder Judicial, las entidades públicas y privadas, la oposición, las organizaciones de derechos humanos, los periodistas, las empresas y por supuesto, los ciudadanos.

No todos asumimos esta elección con la emotividad y las pasiones que parecen dominar a una parte del electorado. No todos creemos que insultando y atacando al otro lograremos que, mágicamente, cambie su opinión política. A muchos les preocupan los estragos que ocasionará un gobierno de Fujimori sin caer en cuenta que ya están ocasionando una terrible polarización en la sociedad que puede devenir en una violencia aún mayor de la que vemos en las redes sociales. Mucha hipocresía y doble moral, muchas oportunidades de diálogo y debate bien perdidas en un mar de insultos y descalificaciones.

Respeto a las personas que no pueden votar ni por Keiko ni por PPK porque su conciencia se los impide. No recomiendo ni he aplicado nunca el voto en blanco, pero tengo claro que es una opción válida y democrática -no es solo mi opinión, lo dice la Constitución- y estoy seguro que votar en blanco es para muchos tan difícil como votar por uno u otro candidato. No seamos mercenarios de la democracia y las libertades, busquemos ser tolerantes y respetar al otro, sus ideas y convicciones. Este país es de 30 millones de almas, no de un fragmento del electorado.

Sí, puede que mucha gente sumida en la pobreza esté votando por Fujimori porque quizás tengan la esperanza de que ella y su partido les solucionen sus problemas o mejoren su calidad de vida. Preguntémonos: ¿nos preocupan estas personas solo cuando hay elecciones? ¿Hacemos algo por ellas cuando más lo necesitan o pensamos que es tarea del Estado? Es muy fácil ningunear a la gente humilde, a los que «no tienen facebook ni estudios» cuando nosotros no vivimos en la punta del cerro ni vendemos granadillas en la calle para darle algo de comer a nuestros hijos.

¿Es tan horrible que alguien no piense como nosotros? ¿Que no comparta nuestras opiniones políticas? Nadie es antipatriota por votar en blanco, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Los antipatriotas son los que no respetan las libertades ajenas, los que vulneran la democracia apelando al miedo, a las mentiras. Nuestros esfuerzos y energías deben estar orientados a estar vigilantes, a organizarnos, a ser una oposición inteligente, si fuera el caso. El progreso del Perú no depende de Keiko ni de PPK, depende de nosotros. Asumamos esa realidad.

Lucidez no necesariamente comparte las opiniones presentadas por sus columnistas, sin embargo respeta y defiende su derecho a presentarlas.