Hoy somos más de 7,400 millones de personas en el mundo y recientes proyecciones demográficas indican que para el año 2050 seremos 9,600 millones. Asimismo, las proyecciones señalan que este crecimiento será protagonizado principalmente por las naciones de Asia, África y en menor medida, Latinoamérica. Sin embargo, éste no será el único fenómeno demográfico a considerar ya que, paralelamente, la creciente población mundial experimentará la intensificación de un proceso que ya empezó hace más de un siglo atrás: la urbanización o la migración del campo a las ciudades.
Las estadísticas (que son realmente sorprendentes) resultan fundamentales para comprender la magnitud de este fenómeno. Según estudios del Programa de la ONU para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) en el año 1800 solo el 2% de la población mundial vivía en las ciudades. Esta cifra se incrementó casi a 20% para inicios del siglo XX, a 30% en el año 1950 y para el año 2000, la cifra llegó a 47% . Hoy en día, más de la mitad del mundo vive en entornos urbanos, especialmente en los países desarrollados, y se estima que en el 2030 la cifra llegará a 60% y en el 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades, por lo que evidenciaremos una urbanización a un ritmo sin precedentes. Esto no resulta descabellado, tomando en cuenta que las estadísticas de la ONU señalan que cada día se añaden unas 180,000 personas a la población urbana mundial, unas 2 personas por segundo.
Continuando con las estadísticas, en 1970, solo Tokio y Nueva York eran consideradas mega ciudades (urbes con más de 10 millones de habitantes). Hoy por hoy, existen 23 mega ciudades en el mundo (13 en Asia, 4 en Latinoamérica, 2 en Europa, 2 en África y 2 en Norte América). Dentro de las ciudades incluidas en este grupo resaltan Tokio, Delhi, Mumbai, México D.F y Sao Paulo las cuales tienen más de 20 millones de habitantes. Cabe resaltar que Lima próximamente será considerada una mega ciudad, ya que según el INEI, esta tenía una población de más de 9 millones de habitantes a finales del 2015. Para el 2030, se estima que existirán unas 41 mega ciudades y algunas con poblaciones de hasta 37 millones de habitantes como Delhi y Tokio. Esta última será una de las pocas ciudades de una nación del actual mundo desarrollado, además de Nueva York, que continúe en el ranking, porque la mayor cantidad de mega ciudades se concentrarán en el mundo en desarrollo y en latitudes más meridionales.
Esta masiva migración a las ciudades será protagonizada principalmente por 2 países: China e India. En China, unas 400 millones de personas (más que toda la población actual de EE.UU) migrarán del campo a las ciudades entre los años 2015 y 2050, mientras que en la India lo harán unas 215 millones (más que toda la población actual de Argentina, Colombia, Perú, Venezuela, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay juntas). Según un estudio de la consultora McKinsey, para el año 2030 habrán más de 200 ciudades con al menos 1 millón de habitantes en China y 68 de dichas ciudades en la India. Para sostener este impresionante ritmo, el mismo estudio proyecta que China deberá urbanizar cerca de 40 mil millones de metros cuadrados (equivalente al área de 10 ciudades de Nueva York o a toda el área de Suiza) mientras que la India deberá hacer lo propio en 18 mil millones de metros cuadrados (aprox. el territorio de Kuwait). Actualmente, es importante resaltar que solo la población de Shanghái supera a la población conjunta de más de 140 países.
Por otro lado, esta revolución urbanizadora producirá enormes retos para los gobiernos y sociedades a nivel mundial, puesto que la urbanización implica toda una serie de retos económicos, sociales y medioambientales, considerando que las ciudades del mundo ya consumen casi el 80% de los recursos, emiten el 70% de los gases de efecto invernadero y concentran a más de 750 millones de personas en condiciones de pobreza. Así, el desarrollar las ciudades y mantenerlas alimentadas exigirá una presión abrumadora para los recursos naturales, más aún considerando que cada vez habrán menos personas en las zonas rurales donde se produce la mayor cantidad de alimentos para las ciudades. De esta manera, la planificación urbana estratégica (como el desarrollo urbano compacto y conectado) y las estrategias de sostenibilidad en infraestructura, producción, consumo, energías renovables y transporte masivo serán fundamentales para evitar el colapso total de las zonas urbanas. Para esto se estima que se requerirá de una inversión anual global de unos 6 billones de dólares al 2030 solo para satisfacer la demanda de alimentos, agua y energía en las ciudades, sin considerar otros aspectos como la educación y salud, entre otros.
Sin lugar a dudas, el progreso tecnológico y la globalización nos han traído grandes beneficios y herramientas para mejorar la calidad de vida y el bienestar de la población a nivel mundial. El surgimiento de las ciudades hace miles de años cambió la manera en la que la humanidad vivía y se relacionaba, y es indudable que éstas han sido uno de los pilares del progreso socioeconómico a nivel mundial. Sin embargo, por primera vez en la historia estamos ante un escenario primordialmente urbano, el cual pondrá a prueba la capacidad de planificación, organización, innovación, eficiencia y resiliencia de los gobiernos, organismos multinacionales, corporaciones e individuos como nunca antes.
Fuentes Estadísticas: ONU, McKinsey, World Bank