Una nueva jornada de bombardeos se vivió este viernes en Siria, luego de que un ataque aéreo –presuntamente orquestado por el mandatario Bachar Al Assad con el apoyo de las fuerzas militares de Rusia– torpedeara las ciudades de Raqqa y Deir Ezzor, poblados tomados total o parcialmente por las milicias yihadistas del grupo Estado Islámico. El ataque se lleva a cabo días antes de que se cumplan cinco años del inicio de la guerra civil que desangra al país de Medio Oriente.
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No obstante los puntos asaltados eran conocidos bastiones del grupo terrorista, la mayoría de los fallecidos fueron civiles, incluyendo un gran número de niños. “Treinta civiles, entre ellos 13 niños, murieron en Tabiya Jazira (20 km al este de la ciudad de Deir Ezzor), en bombardeos de la aviación del régimen sirio o de Rusia”, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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No muy lejos de ahí, a casi 150 kilómetros, otro ataque ‘casi simultáneo’ remeció las calles de Raqqa dejando como saldo 39 fallecidos. Según informó Rami Abderrahman, director del OSDH a la agencia de noticias española EFE, entre los casi 40 muertos se encuentran 27 civiles –nueve de ellos menores de edad-.
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Así también, se supo que en una de los ciudades atacadas; Deir Ezzor, se viene librando una batalla entre los terroristas del Estado Islámico y la población civil. Según el OSDH, una escalofriante cifra de 439 personas han muerto desde el sábado en esta rica región petrolera del Estado sirio.