Sólo ellos pueden salvarnos, por Carlos San Román

"Y es que, en realidad, una victoria de Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, el Dúo Diabólico, significará para la absoluta mayoría de peruanos, perderlo todo en el corto o mediano plazo".

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Faltan muy pocos días para conocer el desenlace de esta película de terror.  El domingo 6 de junio los peruanos decidiremos nuestro destino como nación.  La reñida contienda parece que terminará con una final hípica, que necesitará de una foto para ver cual de los candidatos estiró la lengua y pasó primero por la meta.   En el palco estaremos más de 30 millones de personas con el corazón en la mano, como si hubiéramos apostado todo nuestro dinero a ganador.  Y es que, en realidad, una victoria de Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, el Dúo Diabólico, significará para la absoluta mayoría de peruanos, perderlo todo en el corto o mediano plazo. No seremos todos los peruanos los perjudicados, porque sabemos que los líderes comunistas siempre terminan enriqueciéndose.

Cuando hablo de perderlo todo, no me refiero solo a lo económico y material, sino también a lo que se considera el bien más preciado, es decir la libertad.  Esa libertad que nos permite intentar vivir como queremos, que nos permite escoger el camino que queremos para lograr nuestros objetivos de vida.  Esa libertad que se ha hecho extrañar de manera temporal a raíz de la pandemia y que podría perderse de manera permanente si permitimos que un grupo de Marxistas tomen el poder que abiertamente, además, han confesado que no piensan dejar.  Ya sabemos cómo terminan las revoluciones marxistas, las evidencias están en todos y cada uno de los lugares donde se han implementado de manera independiente al perfil de sus líderes, a la época, a la región o las circunstancias.   En todos los casos los ciudadanos terminaron siendo más pobres, cuando no terminaron muriendo o huyendo del país.

La mayoría de las encuestadoras han mostrado en sus últimas publicaciones que el Dúo Diabólico y Keiko estaban estadísticamente empatados.  Con pocos días para el final, creo cada lado tiene ya pocas opciones para inclinar la balanza a su favor.

Los diabólicos apelarían a manipular los resultados en mesa, tal como dicen algunas publicaciones en redes sociales: “Los votos blancos son nuestros”, léase que en cada mesa dominada por sus simpatizantes convertirán un voto blanco en un voto por el lápiz. Harían trampa según sus propias publicaciones.

Por el lado de Keiko, se sigue apelando a convencer a los indecisos y a que los “dignos viciadores” dejen de serlo y tomen partido por la defensa de las libertades. Pero, además ella recibirá el apoyo inesperado de la verdadera generación del bicentenario, la de los adultos mayores, nuestros padres y abuelos, quienes ya vieron la película de terror y varias veces.  Ellos, con bastón en mano, en silla de ruedas, arriesgando su vida al exponerse al COVID, parecen haber dicho “solo nosotros podemos salvarlos”.

No al marxismo empobrecedor.  ¡Viva la libertad!

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