Una pirámide insostenible, por Santiago Fernández Pizarro

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Esta madrugada fue aprobada por el congreso la ley que permite la devolución de hasta S/. 4,300 (1 UIT) a los afiliados activos e inactivos del Sistema Nacional de Pensiones (SNP) por sus aportes. Además, los mayores de 65 años que no cumplan con los requisitos para recibir una pensión podrán reclamar la totalidad de sus contribuciones efectuadas, y todos los pensionistas del Decreto Ley 19990 tendrán una remuneración extraordinaria equivalente de S/. 930 (RMV). 103 votos a favor, 15 abstenciones y tan solo 3 en contra ratifican la tendencia del congreso electo el año pasado.

Nos hemos llenado de medidas populistas y cortoplacistas, las cuales se han visto empeoradas por la situación crítica que estamos pasando esta pandemia. Cuando se permitió el retiro del 25% de las AFP, quienes se opusieron a la medida fueron criticados con dureza. Se les acusaba, injustificadamente, de velar por intereses propios antes del bienestar común. En esta ocasión se trata de un organismo público. ¿Existirán intereses para oponerse a esta ley? ¿Quiénes son realmente perjudicados? Primero debemos comprender cómo funciona este sistema.

No hace mucho, las modalidades aprobadas por el gobierno generaron el retiro de aproximadamente S/. 24,263 millones de los fondos de las AFP. Los afiliados retiraron una cuota menor a la esperada debido a la caída en las inversiones a nivel global y el mercado perdió liquidez producto de esta decisión. Si bien la medida fue populista y carente de sustento técnico, no afectó al tesoro público y mucho menos fue inconstitucional. Esto se debe a que el Sistema Privado de Pensiones (SPP), a diferencia del SNP, cuenta con cuentas individuales de capitalización (CIC). El SNP, administrado por la Oficina de Normalización Previsional (ONP), es un sistema de reparto (fondo colectivo) en el cual no existen fondos individuales. El afiliado aporta el 13% de su sueldo y al momento de su jubilación recibe entre S/. 500 y S/. 893 dependiendo de los años de aporte y del promedio de sus últimas remuneraciones efectivas de vida laboral. Sin importar cuánto haya sido el aporte otorgado a lo largo de su vida laboral, la pensión se encontrará dentro de ese rango. El primer problema radica en que la ley omite la intangibilidad de los fondos del SNP. Además, trata a un sistema, que de acuerdo al DL 19990 es comunal, como uno de aportes individuales.

¿Es una buena elección ahorrar en el SNP? En caso tu ingreso promedio sea bajo y proyectes que en un largo plazo se mantendrá de esa manera, la respuesta es afirmativa. Por ejemplo, si mi ingreso mensual promedio es de S/. 1500, el 13% (S/.195) estaría destinado a la ONP. Suponiendo que cumpla los requisitos para ser pensionista y que reciba el mínimo, la tasa de reemplazo es alta comparada con la del SPP. El número de afiliados al SNP ha incrementado notablemente, tanto así que el 2019 bordeó los 4.7 millones entre pensionistas y aportantes. De esos, 1.7 millones son cotizantes. Sin embargo, individuos con ingresos mayores preferirán a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), por contar con un sistema de cuotas y tener una alta rentabilidad. Hasta ahora tenemos dos sistemas de ahorro, aunque uno abismalmente superior al otro, todos con normas establecidas. ¿Dónde se encuentra el problema del sistema de reparto de este fondo colectivo? ¿Cómo se financian las pensiones de los aportantes? Este es el segundo y principal inconveniente del Sistema Nacional de Pensiones.

La ONP financia las pensiones de sus miembros con dinero de los aportantes que todavía no se jubilan. Sin embargo, no puede cubrir la totalidad de pensiones con el dinero de su fondo. Ya mencionamos que el ingreso de los aportantes no suele ser alto, por lo que cubrir la mensualidad de los 600 mil pensionistas con sus aportes es imposible. Entonces se recurre al presupuesto fiscal. Mensualmente se destinan entre 100 y 120 millones de nuevos soles al SNP. Este presupuesto no cae del cielo ni se cosecha en tierras fértiles, sino que se financia con dinero de los contribuyentes o en el peor de los casos con emisión monetaria. El Sistema Nacional de Pensiones, administrado por la ONP, no es nada más que una pirámide insostenible de no ser por el tesoro público. Se estima que con esta nueva ley se gastarán más de S/. 13,200 millones. Esto es un 37.39% de lo que fue el gasto público en todo el 2019. Añadiéndole la nueva ley de ascenso automático aplicada a los profesionales de EsSalud, la cual incrementa el gasto estatal en S/. 2,400 millones, y a la infinidad de bonos otorgados, nos depara un futuro poco alentador. Finalmente, los perjudicados serán los nuevos afiliados, los cuales ven perjudicado su futuro previsional por la inestabilidad del sistema. El Sistema Nacional de Pensiones debe ser eliminado. Esto debido a su insolvente estructura y las demás falencias que lo perjudican. La manera de hacerlo será uno de los principales retos que afronte el Poder Ejecutivo. El destino del país está en sus manos para evitar que se termine perjudicando otra vez a quienes se planeaba beneficiar.