El último martes, un clima de tensión se vivio en la Asamblea Nacional de Venezuela, entre los diputados opositores y los del PSUV.
El momento más álgido llegó cuando el parlamentario demócrata Rafael Guzmán fungía de orador, referente a la prórroga del decreto de emergencia económica, cuando de pronto llamó “vampira”, a la diputada chavista Tania Díaz.
La parlamentaria subió hasta la tribuna de oradores para reclamar a Guzmán por la ofensa y seguida de ella fueron también varios diputados del bloque oficialista, entre ellos Héctor Rodríguez, quien casi agarró a golpes al defensor de la democracia.
Rodríguez y Guzmán protagonizaron un careo que fue televisado por la señal en vivo del Parlamento.
Repentinamente un vaso de agua cayó sobre ambos diputados durante la discusión. En otros videos captados, difundidos en redes sociales, se escuchó a Héctor Rodríguez gritarle muy cerca en el rostro a Guzmán que respetara a las mujeres.
Normalizada la situación dentro del hemiciclo, Guzmán indicó que “con la verdad ni ofendía ni temía”
¿POR QUÉ EL APODO DE ‘VAMPIRA’?
En el 2013, varios medios de comunicación utilizaron este apelativo a aquel grupo de funcionarios chavistas acusados de fungir como «un grupo de vampiros» por haberse apoderado de Venezolana de Televisión (VTV).
Entre los funcionarios se encontraba Tania Díaz, quien en ese entonces fue ministra de comunicaciones del régimen de Nicolás Maduro. Ella está actualmente cuestionada por haber presuntamente ‘succionado’ millonarias sumas de dinero de este medio de comunicación. De ahí, el apodo de ‘vampira’ calza perfectamente.
No obstante, un debate siempre se debe mantener dentro de los márgenes del respeto mutuo y lo único que se tienen que atacar son las ideas, no a las personas.