¿Voto de confianza o voto por la estabilidad del país?

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Para mi definitivamente era sin duda una equivocación el hecho de que Pedro Cateriano asuma como nuevo primer ministro. Sin embargo lo que ha pasado día a día tras su designación nos deja una serie de elementos que deberíamos analizar para llegar con más claridad a un pronóstico viable.

Cateriano es antiaprista y antifujimorista. Esto no es de hace poco, es de mucho tiempo. Por tanto que cambie de buenas a primeras no es tan fácil, pero no por ello imposible.

El premier ha dicho que esta vez representa al gobierno y que por lo tanto no puede confrontar como lo hizo antes de ejercer el nuevo cargo. No obstante es poco claro lo que Ollanta Humala quiso decir cuando habló mal del Congreso mientras su representante ya estaba en el barco de la concertación con diferentes sectores.

El presidente de la República tiene que apoyar a su alfil y hacerlo desde el inicio. Pedro Cateriano es inteligente y sabe que la confrontación ahora no ayuda sino más bien lo puede defenestrar.

Pero claro no se trata únicamente de personas, se trata del país. Un segundo gabinete tumbado abriría una incertidumbre con el Congreso y la forma de gobernar desde el Ejecutivo.

Además si las elecciones generales van hacer el próximo año, para que adelantarlas para sólo elegir congresistas por un año de gestión. Ahí la constitución tiene un vacío. En todo caso si se disuelve un Parlamento, debería elegirse nuevos parlamentarios para cinco años. Eso definitivamente sería más interesante si es que se da un nuevo golpe al Ejecutivo.

La situación de inestabilidad no es buena para nadie. El Perú no crece tanto como en años anteriores. Hay incluso desaceleración y es más que claro que el fuerte ruido político no es el mejor ingrediente para terminar este quinquenio y garantizar la inversión privada.

Podemos estar de acuerdo o en desacuerdo con Humala y su política. No obstante hay que pensar en el país y como dice PPK darle el voto de confianza al que lo pide esta vez no necesariamente por su trayectoria sino por la estabilidad del país que en este último año de gobierno puede elegir de dos a cuatro temas para negociar. Nada más porque si no se busca más temas no se llega a nada.

Es importante que lo partidos políticos no busquen ganar réditos atacando o petardeando al gobierno de turno. El aprismo y el fujimorismo están muy acostumbrados a eso, pero eso siempre ha sido funesto.

Que los líderes políticos se sienten a hablar con Cateriano y lleguen a un par de conclusiones. Que el gobierno termine su mandato el 28 de julio de 2016 y que luego rinda cuentas ante el pueblo y ante la justicia por lo que hizo o no hizo. Y, finalmente, que pensemos en la próxima elección en un estadista como gobernante para que no tengamos tantos gabinetes y tanta tozudez.

Voto de confianza para Cateriano pero no cheque en blanco. Eso es parte de la democracia.