El pasado jueves, el Congreso de la República aprobó el pedido de interpelación al ministro de Transportes y Comunicaciones y primer vicepresidente de la República, Martín Vizcarra. Este pedido, que fue sustentado por el congresista de Acción Popular Jhonny Lescano, obtuvo 88 votos a favor (Fuerza Popular, Frente Amplio, Acción Popular y el APRA), 02 en contra (ambos de Alianza para el Progreso) y 19 abstenciones (Peruanos por el Kambio y Alianza para el Progreso). Hasta aquí, una demostración de fuerza por parte de la oposición, nada nuevo. Lo resaltante, es que de los 19 votos que obtuvo la abstención, 14 fueron de la bancada oficialista, es decir, todos los PPKausas que participaron de la votación del día de ayer.
¡Toda la bancada oficialista se abstuvo!, así como lo leen, y lo pongo en mayúsculas con signos de admiración, puesto que según la ley natural de la política, la bancada oficialista debió de batirse a duelo por el primer vicepresidente; puesto que el gobierno ha venido defendido la adenda al contrato del aeropuerto de Chincheros desde un comienzo. Es más, hasta hubiese sido más digno para la bancada oficialista votar a favor de la interpelación; esto en concordancia con lo dicho en días previos por el premier Fernando Zavala, que el ministro – vicepresidente no iba a renunciar a su ministerio y que afrontaría la interpelación.
Ahora, Martín Vizcarra deberá de empezar –junto con sus asesores más cercanos- a revisar detenidamente las 82 preguntas del pliego interpelatorio y preparar respuestas –claras y precisas- a cada una de estas preguntas; porque de las respuestas que dé a la representación nacional el próximo jueves 16 no solamente dependerá su continuidad en el ejecutivo, sino también la estabilidad del propio gobierno. En este grupo de confianza que debe de ayudar al ministro-vicepresidente a afrontar esta interpelación tendrían que estar los principales voceros parlamentarios del partido oficialista, pero con la actitud observada el día de ayer, el señor Vizcarra se defenderá mejor solo.
Aquí una llamada de atención a la bancada de gobierno. ¿No se han dado cuenta –o no quieren hacerlo-, que si el ingeniero Vizcarra no convence al Parlamento la próxima semana –y se llega al pedido de censura- quien saldrá perdiendo es el presidente kuczynski? El congresista Jorge del Castillo recordó claramente en una entrevista en Ampliación de Noticias de Radio Programas, que aparte de ser este un gobierno débil desde su inicio, es un hecho evidente que el actual presidente está bien entrado en años y con problemas de salud notorios. Recordemos que en la pasada elección presidencial el entonces candidato kuczynski le decía permanentemente a los electores cuando se ponían en la mesa las preocupaciones –válidas- por su edad y salud, que no había nada que temer; porque si le sucedía algo había dos seguros, martincito y mechita. Expuesto este hecho, se vuelve imperativo que la bancada oficialista se porte como tal y el jueves 16 se bata a duelo por el vicepresidente Vizcarra, y de ser necesario, dejen la piel en ello.
En razón de las líneas finales del párrafo anterior, quien está llamada a encabezar hasta el final la defensa del vicepresidente Vizcarra es la también vicepresidenta y parlamentaria Mercedes Aráoz, la cual tiene la responsabilidad política y ética de defender -de principio a fin- durante el proceso interpelatorio al primer vicepresidente; porque la estabilidad de Vizcarra es la estabilidad de ella misma. ¿O es que acaso la señora Aráoz está esperando una ayudadita de sus “amigos” naranjas a quienes llamó hasta el hartazgo asesinos y narcotraficantes en la pasada elección presidencial para que le dejen el camino libre para pasar a ser ella la primera en la línea de sucesión presidencial en el hipotético caso que el vicepresidente Vizcarra termine completamente debilitado y se vea obligado a dar un paso al costado? Con esto no quiero decir que la suerte de Vizcarra está en las manos de Mercedes Aráoz, sino que ella como segunda vicepresidenta tiene –y vale decirlo así- el deber de defender la estabilidad política del ejecutivo.
Si el próximo jueves la bancada de Peruanos por el Kambio vuelve a mostrar la misma actitud que tuvo durante el debate para aprobar la interpelación al vicepresidente Vizcarra, solo quedará demostrada una cosa, que el presidente kuczynski está completamente solo en su labor de gobernar, y que no tiene 17 congresistas, sino 0. Porque un gobierno que no puede ampararse en su bancada parlamentaria para sacar su agenda de reformas o defenderse –como es el caso que nos convoca-, está condenado al fracaso, o peor aún, a un rápido término.
Amigos PPKausas, si quieren seguir siendo gobierno hasta el 28 de julio del 2021, es mejor que se unan en la causa para defender la estabilidad política del vicepresidente Vizcarra.